Sorprendentemente en el horizonte una mancha azul, espejismos. Al anochecer llegamos
a un lago salado, el Afrera, situado a 80m bajo el nivel del mar, a su lado
la tierra está dividida en rectángulos encharcados o secos, lisos o con
pequeños montículos, blancos o azulados... brillan con las últimas luces. Pertenecen
a una industria de extracción de sal. Acampamos al borde del lago. A nuestra derecha,
un manantial de aguas termales es el primer indicio de que nos encontramos en
una zona geotérmica. Con un gratificante baño en su lecho nos quitamos todo el
polvo adquirido en la jornada.
Mana, ya veo que vas en orden, pero las mejores las guardas para el final. Los que están picando la sal, les podíais haber llevado un cable para que enchufaran el pico. Besotes
ResponderEliminar¡Que bonitas!. Me han encantado, como siempre. Un abrazo
ResponderEliminarViendo las fotos puedo viajar y escapar por un momento. Muchas gracias por compartir vuestra experiencia. MontseM
ResponderEliminarQue sitio tan bonito, quien pudiera estar alli. Enhorabuea por las fotos, son preciosas. Bibi
ResponderEliminarEsta segunda entrega corresponde a lo anunciado. Fíjate que la última tenía unas tierras que me recordaban a las nuestras, o al menos no desentonaban. Estaba despistado.
ResponderEliminarQuerida Embajadora, larga vida.
Preciosas fotografías , pero que duro
ResponderEliminarvivir allí.