El caballo islandes.
Erupciones volcánicas, grandes campos de lavas estériles,
extensas superficies cubiertas de hielo durante todo el año, así como la gran
erosión provocada por los glaciares, los vientos constantes, la lluvia y el
fuerte oleaje, son algunas de las causas de la pobreza florística de Islandia.
Una de las razas de caballos más apreciadas y respetadas en
todo el mundo. Con sus más de mil años de existencia, el caballo islandés es
una raza única, sin que haya intervenido
la mano del hombre para realizar esa selección natural sino que la propia
naturaleza ha ido elevando año tras año, década tras década, siglo tras siglo,
la pureza de su sangre, proceso facilitado por la inexistencia de depredadores
naturales que lo hayan puesto en peligro.
La gran caldera de Krafla incluye la zona de Námafjall, un área geotermal plagada de volcanes de lodo
hirviente, solfataras y fumarolas humeantes.