El monasterio de Samye es el templo budista más antiguo del Tíbet. Fue construido a finales del siglo VIII y fundado por Padmasambhava. El templo posee una empalizada circular en la que se encuentran numerosos templos menores. Es un lugar de especial importancia para los peregrinos tibetanos. Está situado a unos 120 kilómetros al sudeste de la capital, Lasa, dentro de una zona restringida, controlada por Pekín.
El monasterio tiene la forma de un mándala gigante, con el templo principal en el centro, representando el legendario monte Meru. El resto de edificios se elevan en las esquinas que corresponden a los puntos cardinales, representando a los continentes y a otros elementos del universo budista.
El templo principal está lleno de arte religioso tibetano, tanto en forma de murales como de estatuas. Contiene además importantes reliquias.