Que colorido!Los detalles de los tocados,accesorios de ropas,fachadas,abalorios ,joyas....Los detalles arquitectónicos y muebles me eran más conocidos pero el gusto y sensibilidad de sus gentes no (era un día corriente o era alguna celebración? ):Preciosas las fotos !.Seguiré esperando las próximas
Me alegra tener noticias tuyas, Karmele. No era ninguna fiesta en especial, algunas de las personas que salen en las fotos, son gentes que vienen a Lhasa en peregrinación, a veces andando desde muy lejos. Creo que para ellos es la ocasión de ponerse sus mejores abalorios. El país me pareció increíble pero, más me sorprendió la gente tibetana de mirada noble y aferrados a sus costumbres a pesar de la influencia china. Un beso, Ampero.
Hola Amparo, viendo este reportaje, puedo decir que tienes mucho gusto, en la fotografia. Está todo muy bien trabajado. Creo que estas consagrada en estos tipos de reportajes. He contado por encima una veintena de fotos que serian totalmente publicables en revistas. Me quedo con una de las foto la N16 "Los tejados y un hombre al fondo. Felicidades y continua con esa ilusión que tienes. Fotojes.
Después de mirarlas y remirarlas no me cabe la menor duda de que, en conjunto, estoy ante unas fotos preciosas. Empezando por la grandiosidad y belleza del palacio de Potala, siguiendo por sencillez de esas gentes que deambulan aferradas a sus rosarios y a sus ruedas de oración, y acabando por esos toques de humor que le dan a la muestra un sabor especial. Pero... sobre todo no me canso de mirar esos retratos geniales: ¿qué les das para que posen de esa manera tan expresiva, volcando su naturalidad y su autenticidad? Entre ellos hay uno -el de la abuela/mamá con el niño a la espalda- que me parece de antología por el encuadre y la ternura que transmite. El de la "tibetana" que oculta su mirada detrás de unas oscuras gafas de sol deja entrever una actitud de serenidad ante todo lo que le rodea, pero también como una especie de fatiga, producto quizá de tantas sensaciones diferentes y encima a casi cuatro mil metros de altura. Me uno a los elogios de los anteriores comentarios y gracias por este obsequio visual y lleno de humanidad.
Gracias por vuestros comentarios. Me animan a continuer colgando más y a deros la lata" Una cosita... ¿Podríais poner vuestro nombre al final del comentario? A mí me gustaría verlo ; ) Amparo.
Que colorido!Los detalles de los tocados,accesorios de ropas,fachadas,abalorios ,joyas....Los detalles arquitectónicos y muebles me eran más conocidos pero el gusto y sensibilidad de sus gentes no (era un día corriente o era alguna celebración? ):Preciosas las fotos !.Seguiré esperando las próximas
ResponderEliminarMe alegra tener noticias tuyas, Karmele.
ResponderEliminarNo era ninguna fiesta en especial, algunas de las personas que salen en las fotos, son gentes que vienen a Lhasa en peregrinación, a veces andando desde muy lejos. Creo que para ellos es la ocasión de ponerse sus mejores abalorios.
El país me pareció increíble pero, más me sorprendió la gente tibetana de mirada noble y aferrados a sus costumbres a pesar de la influencia china.
Un beso, Ampero.
Hola Amparo, viendo este reportaje, puedo decir que tienes mucho gusto, en la fotografia. Está todo muy bien trabajado. Creo que estas consagrada en estos tipos de reportajes. He contado por encima una veintena de fotos que serian totalmente publicables en revistas. Me quedo con una de las foto la N16 "Los tejados y un hombre al fondo. Felicidades y continua con esa ilusión que tienes. Fotojes.
ResponderEliminarDespués de mirarlas y remirarlas no me cabe la menor duda de que, en conjunto, estoy ante unas fotos preciosas. Empezando por la grandiosidad y belleza del palacio de Potala, siguiendo por sencillez de esas gentes que deambulan aferradas a sus rosarios y a sus ruedas de oración, y acabando por esos toques de humor que le dan a la muestra un sabor especial. Pero... sobre todo no me canso de mirar esos retratos geniales: ¿qué les das para que posen de esa manera tan expresiva, volcando su naturalidad y su autenticidad? Entre ellos hay uno -el de la abuela/mamá con el niño a la espalda- que me parece de antología por el encuadre y la ternura que transmite. El de la "tibetana" que oculta su mirada detrás de unas oscuras gafas de sol deja entrever una actitud de serenidad ante todo lo que le rodea, pero también como una especie de fatiga, producto quizá de tantas sensaciones diferentes y encima a casi cuatro mil metros de altura. Me uno a los elogios de los anteriores comentarios y gracias por este obsequio visual y lleno de humanidad.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios. Me animan a continuer colgando más y a deros la lata"
ResponderEliminarUna cosita... ¿Podríais poner vuestro nombre al final del comentario? A mí me gustaría verlo ; )
Amparo.