Amparito....muuuuuu...guapas las fotos,me traen buenísimos recuerdos de esa gente tan especial. Las panorámicas las sigues haciendo con el panorama Maker? esán muy chulas. Un besito y recordarte que nos debeis una visita. Armandito
De nuevo alarde de buen hacer y oficio. En los paisajes, esas síntesis tan puras de cielo y montaña hacen sentir la plenitud de aquella naturaleza no contaminada. Me gusta en particular la última de la serie, con el desfile de tantas nubes aborregadas acaparando el marco de la foto, el azul intenso del cielo, los juegos de luces y sombras, los reflejos…,todo combinado para crear una intensa atmósfera de paz e infinitud. De los retratos, qué vamos a decir. Mis favoritos son los dos primeros, con cada uno de los pastores en primer plano. En la foto en que aparecen al frente del rebaño no son nadie, pero después, cuando los acercas por separado, quedan rescatados del anonimato; son ya auténticos individuos; los sombreros les aportan mucha personalidad y la sombra que proyectan sobre sus caras, profundidad a sus miradas. Contemplándolos en clave cinematográfica, el primero tendría un cierto aire de Gary Cooper tibetano y el segundo, de Yul Brynner o tal vez de Clark Gable. Mucha clase en ambos. Los de las mujeres son otra cosa. Algunos de ellos reflejan un dramatismo tan hermético que no sabes bien si procede de su fisonomía racial, de su vida azarosa o del artificio del fotógrafo. El niño del gorrito rosa parece enfermizo y tan apenado que inspira una profunda compasión. Expresividad a raudales.
Armandín, perdí el panorama Marker con la muerte del otro ordenador; así que, la visita tendremos que concertarla para que me lo pases de nuevo. Las panorámicas están sacadas con un 18.
Carlos, tu comentario, como siempre, son magníficos. Graciosa la comparación con el cine, posiblemente era la primera vez que fumaban un cigarrillo con boquilla y te aseguro que mientras lo hacían su semblante y su pose tenía otra expresión.
Chache, hay que ver cómo te tira todo lo que tiene sabor a pueblo. Ya verás cuando empiece la serie de nieve…
Hola Ampa, me encanta recibir tus correos, son los priomeros que abro. Muchas gracias, me encanta como captas los momentos, las expresiones, y los ambientes, parece que estoy alli. Un beso grande. ANa. Yo no tanta informatica como tu por eso te lo envio como anomimo.
Amparito....muuuuuu...guapas las fotos,me traen buenísimos recuerdos de esa gente tan especial.
ResponderEliminarLas panorámicas las sigues haciendo con el panorama Maker? esán muy chulas.
Un besito y recordarte que nos debeis una visita.
Armandito
Bueno, SUPER, SUPER FOTÓGRAFA (cómo siempre)
ResponderEliminarA ti no hay nada que se te resista... fotograficamente hablando mañica.
Besicos
Mª Luz
... y sigues superándote, sobre todo en las rústicas con sabor a pueblo llano.
ResponderEliminarSanti.
De nuevo alarde de buen hacer y oficio.
ResponderEliminarEn los paisajes, esas síntesis tan puras de cielo y montaña hacen sentir la plenitud de aquella naturaleza no contaminada. Me gusta en particular la última de la serie, con el desfile de tantas nubes aborregadas acaparando el marco de la foto, el azul intenso del cielo, los juegos de luces y sombras, los reflejos…,todo combinado para crear una intensa atmósfera de paz e infinitud.
De los retratos, qué vamos a decir. Mis favoritos son los dos primeros, con cada uno de los pastores en primer plano. En la foto en que aparecen al frente del rebaño no son nadie, pero después, cuando los acercas por separado, quedan rescatados del anonimato; son ya auténticos individuos; los sombreros les aportan mucha personalidad y la sombra que proyectan sobre sus caras, profundidad a sus miradas. Contemplándolos en clave cinematográfica, el primero tendría un cierto aire de Gary Cooper tibetano y el segundo, de Yul Brynner o tal vez de Clark Gable. Mucha clase en ambos.
Los de las mujeres son otra cosa. Algunos de ellos reflejan un dramatismo tan hermético que no sabes bien si procede de su fisonomía racial, de su vida azarosa o del artificio del fotógrafo. El niño del gorrito rosa parece enfermizo y tan apenado que inspira una profunda compasión. Expresividad a raudales.
Armandín, perdí el panorama Marker con la muerte del otro ordenador; así que, la visita tendremos que concertarla para que me lo pases de nuevo. Las panorámicas están sacadas con un 18.
ResponderEliminarCarlos, tu comentario, como siempre, son magníficos. Graciosa la comparación con el cine, posiblemente era la primera vez que fumaban un cigarrillo con boquilla y te aseguro que mientras lo hacían su semblante y su pose tenía otra expresión.
Chache, hay que ver cómo te tira todo lo que tiene sabor a pueblo. Ya verás cuando empiece la serie de nieve…
Lucecita ¡Eso es una amiga!
Amparo, has hecho unas fotos preciosas, me encantan. Besos.
ResponderEliminarAngel Maria
Hola Ampa, me encanta recibir tus correos, son los priomeros que abro. Muchas gracias, me encanta como captas los momentos, las expresiones, y los ambientes, parece que estoy alli. Un beso grande. ANa. Yo no tanta informatica como tu por eso te lo envio como anomimo.
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